Palacio de Orive


 
La Casa Palacio de los Villalones es obra de Hernán Ruiz II datada en 1560. Se trata de una de las obras más delicadas del Renacimiento en Córdoba. El patio principal, de planta trapezoidal debido probablemente a su origen como sumatorio de distintas casas, presenta en su fachada este una imagen austera con ausencia de ornamento, tres arcos de medio punto en planta baja y balcones en planta alta. Las otros tres fachadas presentan los dos pisos abiertos, el bajo con arcos de medio punto y el superior con arcos carpaneles, todos ellos enmarcados por alfices, con soportes de acarreo y renacentistas. Las columnillas de la planta superior sobre pedestales con antepecho. Se conecta a través de una logia con el patio de entrada. Actualmente es sede de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba. 

PEPCH 

Tipología : Casa solariega.
Cronología : Siglo XVI (1560). Obra de Hernán Ruiz II 
Patios : Patio principal con doble galería con arcos de medio punto en planta baja y carpanel en planta alta. 
Huerto con arboles frutales y restos de la Sacristía Mayor inacabada del convento de San Pablo. También existen restos arqueológicos de una urbanización almohade del siglo XII.
Estructura : En general muros de fábrica de piedra, definiendo crujías en torno a patio estructurante y paralelas a fachada o huerto 
Fachada : Dos plantas, en esquina, es de Hernán Ruiz II (1560) con dos cuerpos rematados por torreón abierto. Portada adintelada, sobre la que se desarrolla una ventana
rematada por frontón triangular y con columnas acanaladas.
Cubierta : Inclinada de teja cerámica árabe. 
Elementos de Interés : Fachada de Hernán Ruiz II (1560).
Patio principal, galerías y escalera (renacentistas).
Sacristía Mayor inacabada (Hernán Ruiz II 1580).
Restos arqueológicos de urbanización Almohade siglo XII.

Paseos por Córdoba

Villalon y Orive son dos apellidos que se unieron en D. Alonso de Orive y Villalon, Caballero de Alcántara, que vivia en 1718 y era dueño de unas casas principales que ocupan el frente de dicha plazuela, y en las que estuvo la Administracion de Correos allá hacia el año 1830. Su interior es muy desigual, pues al par que el piso alto es magnífico, y tiene un precioso jardin con mucha arboleda y agua potable y de pozo, las habitaciones bajas son casi inhabitables por su falta de luz, mucha humedad y dimensiones desproporcionadas. La fachada es muy linda, y revela ser obra del siglo XVII. Sobre la puerta hay un medallon y en su centro un busto de muger con los brazos abiertos, á la que el vulgo tiene inventada una tradicion conocida por la del Corregidor de la Casaca blanca, porque dicen la usaba D. Cárlos Ucel y Guimbarda, á quien se la han aplicado.

Historia

Las primeras referencias al solar sobre el que se erigirá el palacio de Orive datan del 23 de marzo de 1508, cuando Juan García Villalón, «trapero y vecino de San Andrés», otorgó testamento. Asimismo, su hijo Juan de Villalón dejó en testamento unas casas-tienda en 1529 de las que se encontró evidencia arqueológica en el subsuelo del patio principal, con el hallazgo de piletas destinadas a procesos textiles, además de infraestructuras para calentar agua, lo que evidencia el oficio de la familia.

El edificio fue construido en 1560, proyectado por el arquitecto Hernán Ruiz II. Según Ramírez de Arellano, se levantó sobre el solar de una antigua casa perteneciente a la familia Hoces, destruida por Pedro I el Cruel por el apoyo que estos dieron a su hermano Enrique II de Trastámara. Durante los primeros siglos tras su construcción perteneció a la familia Villalón, de ahí su nombre, hasta que este apellido se unió al de Orive en la persona de Alonso de Villalón y Orive,​ caballero de Alcántara y propietario del edificio en 1718.
Durante la Guerra de independencia española (1808-14), el edificio fue ocupado por las fuerzas napoleónicas como cuartel y prisión, mientras que posteriormente tuvo otros usos, como administración de Correos en 1830, más tarde fue Escuela de Artes y Oficios en 1896 y finalmente atarazana municipal y colegio francés. 
En 1919 el palacio fue adquirido por Gregorio García Mateo, quien adquirió el jardín desamortizado y encargó la restauración del palacio con la ayuda de un cantero enviado por Aníbal González y recibió la felicitación de la Comisión Provincial de Monumentos. 
La extensión era tan grande que el propio D. Gregorio vendió parte de él para el cine Coliseo que se encuentra en San Andrés.  
D.Gregorio, de la familia García-Courtoy, y su esposa doña Paz dejaron un diario con las reformas que hicieron. 
Encontraron el palacio en lamentables condiciones, muchos de sus elementos tabicados, para las clases de Colegio Superior Francés. El piso inferior carcomido por la debilidad y porosidad de la piedra calcarenita, amenazando ruina. La ventana que da al callejón de los Villalones estaba tabicada, por la peligrosidad de algunas grietas, humedades, deterioros de los artesonados por las termitas. 
Eliminó estos elementos y realizó la reja del zaguán por Miguel Pavón y diseño de Paz Courtois, Antonio Cabello realizó las vidrieras que cierran el patio principal, y la restauración de la piedra corrió  a cargo del cantero Bienvenida. La familia vivió allí cincuenta años. 
(texto a partir de Bajo la Mirada de Córdoba)

Concejalía de Cultura

El Ayuntamiento de Córdoba adquirió el palacio a la familia entonces propietaria, los García Courtoy, cuyas iniciales se ¿ven? en la fachada, tras diez años de negociaciones y un presupuesto de 330 millones de pesetas, debido a su interés por encontrar espacio en el casco histórico de la ciudad. La compra fue formalizada el 25 de mayo de 1992 durante la alcaldía de Herminio Trigo. Los restos arqueológicos que aparecieron en los jardines de Orive de época romana llamaron la atención incluso de la Universidad de Harvard. Posteriormente se conoció que pertenecían a un circo romano.

Una vez convertido en propiedad municipal, el edificio renacentista sufrió una remodelación integral de sus dependencias entre los años 1998 y 2002 para albergar la sede de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento cordobés, en diversas fases y bajo el proyecto del arquitecto municipal Rafael Pérez de Siles. La única zona que quedó fuera de las obras fue el ala este. Tras la restauración, el palacio de Orive fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de octubre de 2002.​ La huerta interior, junto con parte del antiguo huerto del convento de San Pablo, también se remodeló y se abrió al público configurando los actuales jardines de Orive en una fase inaugural en 2004.

En abril de 2021 se anunció la restauración del ala este, que incluye el torreón sureste ubicado entre la primera y la segunda planta, para ampliar las dependencias municipales y albergar más trabajadores. El presupuesto está valorado en 51.425 euros y se adjudicó a la empresa Remake Diseño.
 

Descripción

El Palacio se compone de un núcleo principal, un cuerpo dependiente y algunas pequeñas construcciones en el perímetro de un extenso huerto-jardín interior, en el que se encuentra una sacristía inacabada. El núcleo principal es la consecuencia de un largo proceso constructivo. En su origen debió ser una casa mudéjar de relativo interés en la que se realizó una actuación renacentista para configurar una casa palaciega al gusto de la época y en la que intervino Hernán Ruiz II.

Fachada

El edificio dispone de una fachada principal a la plazoleta de Orive. Esta presenta una monumental portada que no guarda simetría con el resto de la fachada, al situarse  a la izquierda de la misma. Fue construida en torno a 1560 por Hernán Ruiz II, en sillares de piedra, y con un eje marcado por la puerta de entrada, está dividido en tres cuerpos. La ornamentación de candelieri, los roleos característicos de Hernán Ruiz, espejos y florones, así como los motivos de los fustes de los columnas comprenden un elegante repertorio ornamental.

-El primer piso, donde se encuentra la puerta principal, que está flanqueada por columnas de fuste acanalado y capiteles dóricos sobre basamento cajeado. Tiene en su dintel un medallón donde se representa en altorrelieve a una mujer de medio cuerpo que sujeta una cinta con una inscripción latina que dice: "Bona Fides est Magna Virtus", traducido como: "La gran virtud es la buena fe", y cartelas con cabezas de leones a ambos lados. Se remata con una cornisa sostenida por siete ménsulas y un friso decorado con conchas, florones, escudo y rosetas, y con círculos y medias bolas en el resto de la fachada, dando paso al segundo cuerpo.

-En el segundo piso se disponen anthemas en línea con las columnas del primer piso y una ventana, encuadrada por columnas decoradas con guirnaldas de flores y frutas que sostienen frisos con círculos, y rematada por frontón triangular. Destaca la bellísima decoración ornamental con motivos platerescos de su basamento; las jambas y el dintel.

-El tercer piso, concebido a modo de mirador, está compuesto por tres arcos ligeramente peraltados sobre columnas y antepecho o pretil con decoración geométrica a base de espirales, remata la fachada.
 
-En la fachada lateral aparece una ventana que el autor reprodujo esquemáticamente en su Manuscrito de la Arquitectura. 

Interior

El interior de la Casa-Palacio guarda la herencia mudéjar de siglos anteriores, en su disposición de las habitaciones en torno a jardines y patios. La puerta principal da entrada a un zaguán, cuyas puertas no están en eje, pervivencia mudéjar. De aquí se accede a una galería porticada y al Patio de Recibo o de Carruajes. Patio de enchinado cordobés con galería porticada de ladrillo en dos de sus lados y comunica con el patio central a través de una logia y con la planta superior mediante unas escaleras.
El patio central es de planta cuadrangular. Uno de sus lados consta de tres arcos de medio punto en la planta baja y de balcones en la planta alta, presentando una imagen austera por la falta de ornamento. Los otros tres lados del patio tienen arcos de medio punto sobre columnas árabes y romanas reutilizadas en la planta baja y arcos carpaneles en la segunda, todos ellos enmarcados con alfices.

Este patio tiene las paredes blancas y un precioso suelo marmolado. En cuanto a la decoración, sobresale la fuente circular que ocupa el centro del patio principal. La vegetación no es muy abundante, pero entre la que hay destacan las plantas típicas cordobesas como los geranios, las gitanillas y las aspidistras. .

La escalera principal, de estilo renacentista, es de dos tramos. El resto del Palacio, de menor interés, producto de las múltiples reformas de sus últimos propietarios, conserva una sobria arquitectura de principios de siglo.


 

Excavaciones arqueológicas

Época imperial romana: muros de sillares de arenisca, cimentación de durísimo conglomerado de mampuestos calizos aglutinados con cal. 
Época hispano-musulmana: cuatro casas pertenecientes al arrabal de la Axerquía, articuladas por una calle con orientación Norte-Sur, patio central cuadragular delimitado por cuatro crujías compartimentadas en varias estancias, pinturas parietales en los zócalos, dibujos geométricos en rojo. 
Etapa cristiana: huerta del Convento de San Pablo (1241-1919).
 
Resultados de la intervención arqueológica realizada en el Palacio de Orive de Córdoba (1996-1998).
Dolores Ruiz Lara, Juan F. Murillo Redondo, José R. Carrillo Díaz-Pines, Silvia Carmona Berenguer y Maudilio Moreno Almenara. Enlace
 

 1914- Auguste Léon. Collection Albert Kahn
 
1920. Córdoba Palacio de Orive. Rafael Garzón Herranz. Archivo Municipal
 
Fachada del Palacio de Orive. 1910-1940. Colección Luque Escribano. Archivo Municipal
1926. Vincent, Breal et Cie
 
1927. Pavimentación y alcantarillado en la Plazuela de Orive. 

 1930 - Lluis Lladó Fábregas
1955. Palacio de Orive, portada. Colección Víctor Escribano Ucelay. Archivo de Córdoba
Entrada de una casa. Luis Roisin, 1920-1930

 Postal. Años 40-50
1955. 
Colección Víctor Escribano Ucelay
1955. Colección Víctor Escribano Ucelay



 

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